Los teléfonos inteligentes nos ofrecen una lista casi inabarcable de posibilidades tanto a nivel de conectividad como de rendimiento técnico del propio aparato. Las apps están de moda y cada día surge alguna nueva. La medicina no se queda atrás y ya está en tu móvil, a un sol click de pantalla.
Son numerosas las aplicaciones médicas que están disponibles para su descarga a través de las tres principales tiendas de referencia (Apple, Blackberry y Android). Y es que en nuestro país, que es líder en uso de smartphones, el mercado de los diagnósticos vía telefónica crece como la espuma. En la conferencia “Mobile Pharma” que tuvo lugar en 2012, se dio a conocer que en torno a un 72% de los facultativos consultados dispone de un teléfono inteligente o tableta, utilizando a diario internet para contrastar diagnósticos, consultar información farmacológica y actualizar noticias. Si los propios profesionales de la medicina echan mano de esta herramientas, ¿por qué no iban a usarlas los pacientes?
En el mercado español puede encontrarse un sinfín de aplicaciones relacionadas con la salud y el bienestar. Hay compañías aseguradoras como Asisa, Sanitas o Adeslas que resuelven consultas desde el móvil y grandes laboratorios que empiezan a descubrir este soporte (como Glaxo, Bayer, Bristol Myers Squibb).
Pero por encima de todos ellos triunfa Fiebre Niños Plus, una app que sirve para calcular al instante la dosis exacta de jarabe que hay que administrarle a un niño. Su creador es Miguel Almagro, padre y fundador de Uptoseven. A día de hoy registra más de 15000 descargas.
Aunque normalmente se trata de aplicaciones rigurosas, ello no significa que sean infalibles en sus diagnósticos. De hecho, se ha sabido recientemente que el rendimiento de estas herramientas es más que cuestionable en la identificación y diagnóstico de los melanomas. Se ha detectado que 3 de cada 4 los clasifican incorrectamente. Además, la dependencia de dichas evaluaciones no supervisadas y no sujetas a los protocolos médicos puede contribuir a confundir al paciente y retrasar al diagnóstico real y eficaz de la enfermedad.
Por eso, los facultativos recuerdan la necesidad de combinar la medicina virtual y la presencial, acudiendo a un profesional de confianza para corroborar la eficacia del diagnóstico obtenido a través de la app. Debemos ser también conscientes del diverso grado de urgencia que revisten las consultas realizadas.